Oh qué amor incomparable Jesucristo nos mostró cuando Su preciosa sangre Por nosotros derramó De su amor ¿quién no recuerda? ¿Quién no le adorará? Exaltado sea por siempre Nuestro Príncipe de Paz En el monte del Calvario Fuentes de infinito amor Aquel día se abrieron ¡Oh qué inmerecido don! Cual gran río, de lo alto Sin cesar su amor fluyó Sobre el mundo, derramando Paz, justicia y compasión ¡Cuán ancho, cuán largo Es tu amor, es tu amor! ¡Cuán alto y cuán profundo Es tu amor, sí es tu amor! Que busquemos cada día Solo el reino del Señor Y entreguemos nuestra vida Como ofrenda de amor Solo en él nos gloriaremos Nada más importa ya Cristo limpios nos ha hecho Solo en él hay libertad Oh qué amor incomparable Jesucristo nos mostró cuando Su preciosa sangre Por nosotros derramó